viernes, 31 de agosto de 2012

Trasmoz


Hay días chulos, días en los que vuelves  a casa con una sensación agradable, con la sensación de haber vivido algo inesperado y diferente. No quiero exagerar tampoco, pero pasar la mañana en Trasmoz, un pequeño pueblo de Zaragoza, fue sin duda una experiencia que recordaremos durante tiempo.
Insisto en que no se trata de un acontecimiento extraordinario, más bien todo lo contrario, fue un encuentro con lo cotidiano, con gentes que viven y trabajan con pasión, disfrutando de la vida y trasmitiendo esa sensación.
Así fue el encuentro con Curro, del cual leímos algo los días anteriores de subir a dormir en el Moncayo.
Mi amigo Ramón, que tiene un ojo clínico para estas cosas, dio con ellos y también con las Bodegas Pagos del Moncayo para completar la salida montañera (en casa reposan unas botellas de Garnacha y Syrah esperando la ocasión).
El caso es que llegamos a Trasmoz, preguntamos por las mermeladas y nos indicaron la casa "si que deben de estar porque su coche está ahí...". 
Y así fue como Curro nos abrió las puertas de su casa, con una sonrisa que no abandonó durante toda nuestra visita. Allí nos enseñó el obrador donde crea sus mermeladas y nos cantó su pegadiza canción que, al menos a mí, aún me persigue "no sé si me saldrá bien porque mi mujer no está, pero se os ve buena gente y os la voy a cantar...". 
Nos habló de su pueblo, de las cosas curiosas que allí pasan, brujas, secuestros famosos, la santa inquisición, Bécquer, el grupo musical Puturrú de Fuá y, como no, de sus Mermeladas de autor Bubub.
Hoy, varias semanas después, cuando pienso en Trasmoz, tengo la misma sensación chula que tuvimos allí y también la certeza de que siempre encontraremos gentes en Aragón ocupadas y preocupadas por crear en los pequeños pueblos como Trasmoz un lugar donde vivir.




Pd.- Curro tenía en su mínima oficina/almacén un panel de corcho en el que podías ver reseñas de prensa, papeles de trabajo y una pequeña carátula de la película "La ciudad no es para mí"...
Si pasáis por Trasmoz, no dejéis de visitarlos... y me compráis una de tomate picante o de mandarina y calabaza !!


miércoles, 13 de julio de 2011

Cosas de "papis". Cosas de hijos II

Buscar, ver y...SONREIR...
Hace unos años, y supongo que en esto algo tendra que ver el tener hijos, no me había planteado, así en serio, la cuestión de la vida, el milagro de vivir.
Vas viviendo y vas coleccionando momentos, emociones, vivencias, amistades y esas cosas.
No pretendo, ni mucho menos, filosofear con esto (más que nada porque no tengo ni idea de cómo se filosofea).
La cuestión es que desde que dos gametos, el masculino y el femenino, tienen la suerte de unirse y crear una célula con una capacidad increíble para reproducirse, comienza la historia. En tan sólo 40 semanas millones de células darán origen a un ser humano (tampoco me voy a recrear mucho más en esto). Y en unos pocos meses ese ser humano, ese niño, será capaz de buscarte con la mirada únicamente para sonreirte.
Es lo que hace desde hace un tiempo nuestro hijo Joan. Te mira y sonríe. Busca tu mirada sólo para sonreirte. Esta acción, de aparente simpleza, le da sentido a muchas cosas.
Mientras Joan gatea, juega, parlotea, se pone de pie o se sube por las escaleras, siempre hay un momento en el que busca que tus ojos se encuentren con los suyos para sonreirte.
Hace unos días ha cumplido un año y sus ojos siguen buscando tu mirada para dedicarte una sonrisa, y con esa sencilla acción es capaz de tantas y tantas cosas día tras día... Me tiene maravillado.
Así de fácil o de difícil, no sé.
¿Os imagináis que la gente por la calle buscase miradas tan sólo para devolverles una sonrisa? Estaría bien, no?
En fin, que gracias por sonreir Joan, espero que no dejes de hacerlo nunca.

lunes, 21 de marzo de 2011

Cosas de "papis". Cosas de hijos (I)

Hace poco tiempo dos de mis fieles "seguidoras" (he de decir que no tengo muchas/os más) me comentaron qué pasaba con mi blog que ya no escribía.
La verdad es que esto de tener un blog es algo parecido a parir un criatura, creas algo que permanece en el tiempo y debes cuidar y alimentar a base de entradas. Yo ya dije, al inicio de esta andadura bloggera, que no era muy constante y que soy algo anárquico, cualidades estas que espero no desarrollar durante mi vida como padre de unos hijos de carne y hueso nada virtuales.
Digo esto porque a mis seguidoras les dije que tenía pensado escribir algo precisamente relacionado con mi reciente segunda paternidad, y también sobre la primera, ya que no recuerdo ninguna entrada relacionada con mis hijos.
He de decir también que el blog nació mediante un nacimiento programado a través de la asignatura "Informática Aplicada" de la carrera de magisterio que estoy cursando y sus contenidos estaban, más o menos, establecidos. Pero eso ya pasó y ahora el blog es sólo mio y escribo en él lo que quiero.
Así que allá voy. Mi intención es la de escribir situaciones y vivencias personales relacionadas con mis hijos. De momento tengo una y espero que mi falta de constancia no se haga patente y pueda contar algunas más.
-Las estrellas-
Hace unos días, como otras tantas tardes, estaba trasteando con Andreu en la cocina. A él le gusta subirse a una silla, ponerse a la altura del banco y ayudarme a hacer cosas. Un día hacemos pan y se amasa uno pequeñito, otro día corta los restos y pieles de las verduras que estoy preparando, añade sal o aceite a las cosas, exprime naranjas o echa los ingredientes en la thermomix, etc. Lo pasa en grande (aunque he de deciros que el ruido de la thermomix no le gusta nada).
No recuerdo muy bien cómo comenzó la conversación pero me preguntó, como ya había hecho en otras ocasiones por su iaio Pepe. El caso es que en esta ocasión, no sé muy bien porqué, estaba especialmente interesado por saber dónde estaba. Andreu, por desgracia, no conoció a su iaio Pepe ya que murió unos años antes de que él naciera. Le dije, como lo había hecho antes, que su iaio Pepe estaba en una estrella, que se puso malito y murió y desde entonces estaba en una estrella. La primera vez me preguntó si tenía alas. Algo totalmente lógico en la maravillosa mente de un niño. Pensó, si está en una estrella, ha subido volando y si ha volado, evidentemente, tiene alas.
Como pude le expliqué que no hacían falta alas para subir a las estrellas cuando uno muere. En esa ocasión la cosa quedó ahí.
El otro día en la cocina, cuando volvió a interesarse por el asunto de la muerte, me pilló totalmente en fuera de juego. No supe qué decir y todavía se me iluminan los ojos al recordarlo. Volvió a insistir sobre el tema de estar en las estrellas. ¿y porqué se van allí?, ¿cómo suben? si los puedes ver, etc. Ya le había dicho en otras ocasiones que si mirabas las estrellas y cerrabas los ojos podías ver a la gente que quieres y que está allí. He de reconocer que no sé muy bien si mis explicaciones fueron acertadas o no o fueron un clásico entre las explicaciones a los hijos sobre la muerte, no lo sé. Creo que esto no te lo enseñan en ningún lado y actuas de la forma que crees más correcta.
El caso es que la última pregunta que Andreu hizo fue - y tu papi ¿te vas a ir a una estrella? A ver cómo os explico esto sin quede demasiado literario. Me dejó totalmente helado. Hoy, aún veo la cara de pena que puso cuando le dije que sí, que yo también iría a una estrella...- Pero papi, yo no quiero que tú te vayas a una estrella. Y, de verdad, casi se puso a llorar. Y yo también.
No supe qué hacer ni qué decir. Después lloré (un poco sólo, eh?), sin que me viera, pensando en la cantidad de amor incondicional que tus hijos pueden darte.
Como he comentado, la mente de un niño es maravillosa y también de una lógica aplastante. Nadie desea que se vaya a una estrella alguien que quieres.
Recordando esto, me vinieron a la memoria algunos pasajes de El Principito, de la relación de los niños con los adultos, de la incompresión de éstos y del viaje que emprende. Y pensé que sería bonito, al igual que hizo El Principito de planeta en planeta, poder viajar de estrella en estrella y visitar a la gente que ya no está con nosotros.
A Pepe y su estrella
A Mª José y Ana

sábado, 13 de noviembre de 2010

¿Qué tienes debajo del sombrero?

Hace pocos días, hablando con unos amigos y compañeros , apareció en la conversación este  documental con motivo de su emisión en La Noche Temática. 
El fabuloso universo de la red me ofreció, evidentemente, la oportunidad de tenerlo en mi PC y verlo en pocas horas.
El documental narra la vida de la artista Judiht Scott, una mujer sorda con Síndrome de Down que, después de varías décadas viviendo en una institución, se convierte en una escultora reconocida que logra despertar el interés de la crítica y exponer sus esculturas en grandes museos de diferentes ciudades. Judy desarrolla su trabajo en el Creative Growth Art Center de California, el centro al que acudió de la mano de su hermana gemela tras rescatarla de la institución.
Me parece muy interesante la propuesta de trabajo que ofrecen en el Creative Growth proponiendo las artes plásticas no como una herramienta terapéutica (que indudablemente pueden cumplir ese papel) sino con el ánimo de mostrar la capacidad creadora de las personas que allí trabajan integrando y normalizando sus creaciones como lo que son, arte. Arte outsider según le denominan en la peli. Para mí arte profundo, sincero, outsider también, arte en definitiva.
No dejéis de verlo si tenéis oportunidad, vale la pena.

martes, 19 de octubre de 2010

Octubre 1970 - Octubre 2010


Hoy he cumplido 40 años y no sé si debo o no darle demasiada importancia.
¿Son muchos? ¿Pocos? Son 40. Ni más, ni menos.
Si fuera un habitante del siglo XIX mi esperanza de vida sería de 40 años, por lo tanto, puedo decir que tengo suerte de haber nacido en el siglo XX.
Se calcula que el planeta Tierra tiene unos 4 billones de años. Si fuera la Tierra, prácticamente no habría nacido. Las tortugas gigantes de las Islas Galápagos viven unos 150 años. Si yo fuera una, estaría saliendo de la adolescencia!! Si fuera un pino Bristlecone aún sería un bebé, porque los pinos Bristlecone, que crecen al noroeste de los EE.UU, pueden llegar a vivir 5000 años. En fin, que todo esto de los años es algo relativo...
Tengo 40, nací un lunes 19 de octubre del año 1970. Ese año nacieron también Alex Crivillé, Maribel Verdú o mi admirada Uma Thurman. Por aquel entonces una barra de pan valía 6,5 pesetas y un periódico 4 pesetas. España tenía 33.752.415 de habitantes. Canciones como "Gwendolyne" de Julio Iglesias, "Un rayo de sol" de Los Diablos o "Puente sobre aguas turbulentas" de Simon and Garfunkel ocupaban las listas de éxitos. Fue el año tambien en el que The Beatles, uno de los más célebres grupos musicales de todos los tiempos, deciden separarse.
Y así, hemos llegado al 2010 y cuarenta años son ya algunos años.
Nunca sabes dónde te llevará la vida ni qué pasará mañana. Hasta ahora, creo que no han estado mal del todo. He tenido y tengo gente a mi alrededor que me quiere, he reído y rio con regularidad, me he divertido y me divierto habitualmente. He podido formar una familia. Tengo dos hijos preciosos Andreu y Joan y una mujer, Alicia, que me quiere un montón y me ha regalado un álbum de fotos con toda mi vida en imágenes. Me han pasado muchísimas cosas buenas y divertidas. Hoy, viendo esas fotos, he podido recordar y comprobar que, efectivamente, no han estado mal del todo y también comprobar que nuestras madres nos vestían con unas pintas increíbles que me encantan !!
Como podréis imaginar el de la foto soy yo, en el castillo de Montesa. Aún me acuerdo de la subida a ese castillo con el camino repleto de chumberas.
En ese álbum hay fotos del colegio, de los cumpleaños con botellas de Mirinda en la mesa, de la comunión, de mis abuelos, tios y primos, de los veranos en Carrica y en Cosa (en los que, por cierto, aún puedo aguantar hasta pasadas las 7.00 de la mañana de fiesta, eh?) y así hasta las fotos del recién llegado Joan.
Es curioso la capacidad que tienen las fotos antiguas de generar emociones. Es difícil de explicar, son imágenes que tienen una enorme carga simbólica para nuestro interior capaces, como ya digo, de remover en nuestra memoria histórica multiutd de sentimientos. Son capaces de acelerarte el pulso o iluminarte los ojos con solo mirarlas. Increible, un chulada de regalo que me ha encantado.
En fin, que hoy es mi cumple y que estoy contento de que así sea. Debo decir, como dijo la buena de la negra Mercedes Sosa, gracias a la vida, que me ha dado tanto... (ya sé que queda cursi, ya...).
Y gracias también a todas y todos con los que he podido compartir momentos durante todo este tiempo (cursi también, lo sé).
Ahora que he acabado de escribir creo que le he dado demasiada importancia a los 40. Veremos en los 80 qué pasa...
"Estoy haciendo 40 y eso lleva su tiempo" Harold LLoyd.
"Muchas personas no hacen los 80 porque intentan, durante demasiado tiempo, quedarse en los 40" Salvador Dalí.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Buenas noches

Este es un extracto del último montaje escénico del Taller d'Integració Mongran producido por Moments Art Dansa&Teatre.

domingo, 29 de agosto de 2010

Maria y yo

A principios del verano compré y leí este libro del cual tenía muy pocas referencias. Cuenta la historia de un viaje del dibujante Miguel Gallardo y su hija. Me encantó. El 16 de julio estrenaron el documental, con el mismo nombre y dirigido por Félix Fdez. de Castro, inspirado en este cómic.
A la vuelta de vacaciones y apurando los últimos días que me quedan de asueto pensaba ir al cine a verlo. Era de esperar, desconozco siquiera si se ha llegado a estrenar en Valencia, pero al mirar la cartelera descubro que está llena de bodrios made in hollywood y ni rastro de "Maria y yo". Una pena, habrá que esperar al DVD y, mientras tanto, disfrutar del libro.

Más info aquí

Uno entre un millón

“Señora, su hijo es uno de los elegidos” . Recuerdo que esas fueron las primeras palabras que pronunció el doctor Lebrero. Y así llegó al mu...